Hoy visitamos Artajona. Localidad que disfruta de Internet gracias a WÏKAI.
Si hace un año nos hubieran dicho lo que nos iba a tocar vivir en estos tiempos, no nos lo hubiéramos creído. Nunca nos hubiéramos imaginado que nuestra vida, tal y como la conocíamos, se pondría en pause. Que tendríamos que dejar de pensar en esos planes a futuro que teníamos: un viaje al otro lado del mundo o una celebración especial que ahora tendrá que esperar.
Quizá no podamos realizar ese esperado viaje, pero sí que podremos visitar los espectaculares paisajes, pueblos y restaurantes que se encuentran en nuestra propia Comunidad. ¿Qué mejor momento para re-descubrir Navarra? Desde WÏKAI nos hemos propuesto acompañarte en ese viaje. Hoy visitamos Artajona.
Una fabulosa fortificación medieval corona el cerro sobre el que se asienta Artajona, un pequeño pueblo situado a 30 kilómetros de Pamplona que invita a cerrar los ojos y encontrarse con un pasado habitado por reyes, nobles, obispos y papas.
Su impresionante fortaleza del siglo XI es conocida con el nombre de «El Cerco» que se asoma con autoridad al caserío que desciende por la ladera hasta el llano por un laberinto de calles estrechas y empedradas, jalonadas por monumentales casas y palacios.
Imagina el espacio habitado por reyes, nobles a caballo, juglares, obispos y labriegos vestidos con pesados ropajes. Recrea épocas pasadas y trata de imaginar cómo se vivió en este recinto coronado por la iglesia-fortaleza de San Saturnino, un sólido e imponente edificio del siglo XIII, declarada Monumento Histórico Artístico.
En su recorrido, descubrirá un pueblo de 1.700 habitantes que, además de «El Cerco», conserva otros edificios de interés como palacios dieciochescos, la iglesia gótica de San Pedro y, en las afueras, la basílica de Nuestra Señora de Jerusalén y la ermita de San Bartolomé.
¿Te animas a visitar Artajona?
¡Te esperamos para nuestro próximo viaje!